Universo Paralelo
I
Un día
desperté y ya no estaba viviendo mi vida. Era un mundo casi igual al anterior,
pero no lo reconocí como aquel en el que estaba viviendo cotidianamente. Los
detalles eran distintos, los rinconcitos más íntimos del día, esas pulgadas en
las que uno es, ya no estaban en su lugar y eran más fríos.
Seguramente debo haberme descuidado y debo haber caído en alguna grieta mientras dormía. En alguna de las vueltas que me di en ese colchón añejo en el que reposaba, algún portal me trajo aquí y me dejó atrapado sin poder regresar.
Seguramente debo haberme descuidado y debo haber caído en alguna grieta mientras dormía. En alguna de las vueltas que me di en ese colchón añejo en el que reposaba, algún portal me trajo aquí y me dejó atrapado sin poder regresar.
Los días en
este universo son extraños. Hay sensaciones que no reconozco, personas que
ocupan lugares distintos, partes desordenadas, y la configuración completa del
terreno parece ajena, alienígena. No es muy distinto a lo que estaba
acostumbrado, pero es diferente en lo esencial, en lo familiar.
Ahora tengo
una pena infinita, ancestral. No encuentro la vía de regreso.
Sueño y
ansío con un día retornar al universo que dejé.
II
Hay una
neblina en los días que anteceden a la transición entre universos. Días que no
sé por qué camino voy porque apenas veo la punta de mis dedos y la punta de mis
pies. Hay un caos sutil, no violento, entre universos tangenciales que se
cruzan y difuminan lo que es y lo que puede ser. Hay incertidumbre en el
caminar, propia de avanzar sin saber si estoy en tierra firme o en una cornisa.
Ya me
apropié del otro universo, pero los destellos del anterior, del original, se
ven en medio de la neblina. Aunque en realidad, ¿cuál es el original? Hoy está
sólo la niebla, la transición, el estado en el que no se ve más allá del lugar
donde estoy en este exacto momento.
¿En qué
universo estaré, una vez que se disipe la niebla? ¿Habré vuelto al anterior,
seguiré en el que estaba, o aparecerá uno completamente nuevo?
Por ahora,
persigo los destellos que veo en medio de la oscuridad, cuidando de no
tropezar, pero a la vez titubeando porque temo perderme y ya no saber cómo
volver a ningún lugar.
"... ¿podrías
decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? - dijo Alicia
– Esto depende en gran
parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.
– No me importa mucho
el sitio… – dijo Alicia.
– Entonces tampoco
importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato.
– … siempre que llegue
a alguna parte – añadió Alicia como explicación.
– ¡Oh, siempre llegarás
a alguna parte – aseguró el Gato- , si caminas lo suficiente!"
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