Porcupine Tree - "The Incident"

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Debo empezar diciendo que Porcupine Tree es una de mis bandas favoritas. Si bien no soy un conocedor acabado de toda su música, si que la disfruto cada vez que la oigo (y si revisan mi cuenta de LastFM, verán que es lo que más escucho). También debo decir que no me gustó mucho su disco anterior (“Fear Of A Blank Planet”), aunque se reivindicaron con el EP que lo acompañó (“Nil Recurring”). Y para el disco que hoy analizaré, tenía altas expectativas, lo cual puede que haya afectado mi juicio. Pero en fin, siempre habrá algo que lo afectará, ¿no? La objetividad no es posible de ninguna forma.

Ahora, empecemos a revisar el disco (que por cierto, escuché varias veces antes de escribir esto… Hay que prepararse pues). Espero no ser demasiado negativo, porque me da por ser demasiado crítico en mis análisis, y la gente cree que no me gusta nada, pero no es así, jeje. Aquí vamos.

“The Incident” es un disco con buenos momentos, pero que carece de la solidez de otros discos de Porcupine Tree, sobre todo considerando que se supone que es un disco conceptual, y que el CD 1 entero es una sola canción. Yo empezaría por sacarme esa idea de la cabeza, y tomarlo como una colección de canciones con cierta conexión. Pero la idea que intenta transmitir no da como para “una sola canción”. Demasiado pretensioso decirlo así, creo yo.

Creo que la obertura del disco no es la mejor que pudieron hacer. Entiendo que se trate de una parte del concepto del álbum, con eso de los momentos repentinos que cambian tu vida… Pero se me ocurren otras formas más creativas de iniciar esa idea. Además, un mal comienzo te condiciona para el resto, así que creo que equivocaron el camino.

Y después comienzan las canciones como tal. El comienzo de “The Blind House” engancha bastante, pero el coro y el resto de la canción, no logran mantener ese interés inicial. Aún así es un track rescatable, al menos.

Con “Great Expectations”, uno alcanza a entusiasmarse, pero el tema no logra su cometido, porque no es sólido, y porque su duración no da para más (bien puesto el nombre, ¿ah?).

Luego, viene un tema que pasa desapercibido, así que no vale la pena comentarlo más. Jeje.

Ahora, algo que sí destaca, pero negativamente: lamentablemente, tengo que decir que, así como tiene buenos momentos, en este disco se encuentra una de las peores canciones que he escuchado de esta banda: “Drawing The Line”. Se me hizo realmente desagradable escucharla, y sin duda es un tema que pasaré cada vez que escuche el disco con atención. Letra pobre, pésimo coro, pésimas transiciones… mal.

Con “The Incident”, la cosa levanta. Un tema oscuro que tiene algo de Nine Inch Nails o qué sé yo. Es uno de los temas “diferentes” del disco, y por eso llama la atención. Lo único malo es que es un poquito monótono. Pero si le agarras el gustito, lo disfrutas.

Siguen un par de temas aceptables que hacen una buena transición hacia la pieza principal del disco. Hermoso track es “The Yellow Windows of the Evening Train”, un lindo relajo en medio de las guitarras ansiosas de los otros temas.

“Time Flies” tiene ese “qué se yo” de algunas canciones, que a pesar de que sabes que están lejos de ser obras maestras, no puedes dejar de escucharlas. Pero su gran pecado, es que todo lo que escuchas en ella, se parece a algo que Porcupine Tree ya hizo (“Time flieees” = ”Stars Dieee”). ¿Falta de originalidad, se llama eso? Igual es disfrutable, sobre todo por el movimiento de las guitarras que se escuchan en segundo plano, que sí son bastante interesantes, y el quiebre que hay tras el solo/puente de la mitad del tema, que no estaba en la versión editada, y que me agradó al escuchar la versión entera. Además, quizás sea uno de los temas más sólidos de todo el álbum.

Luego, el disco empieza de nuevo, con pequeñas variaciones, en “Degree Zero Of Liberty”... O intenta recordarnos que se trata de “una sola canción”. Se supone que el concepto tiene que ver con finales y nuevos comienzos, los incidentes que marcan cambios en tu vida. Choques, y cosas…. Interesante, pero aún no me convence. Quizás con el tiempo le encuentre el punto al concepto en la música, pero por ahora no.

La última parte del disco mejora un poco. En “Octane Twisted”, me gusta bastante la batería. El tema en general es aceptable, y las variaciones le dan mayor gracia. Las transiciones aún no me convencen en el disco en general, pero bueno… No nos pongamos tan exquisitos.

“The Séance” continúa bien con el motivo del tema anterior, haciéndolos totalmente complementarios (¡al fin suena como “una sola canción”!).

Pero sin duda, “Circle Of Manias” la rompe (¿se nota que es mi tema favorito del disco?). El mejor momento del disco, según yo. Una melodía retorcida con guitarras extrañas, que sólo ellos podrían hacer sonar así. Me entusiasmó… ¡pero justo cuando el disco está por acabarse!

“I Drive The Hearse” es un bello cierre (aunque tiene una partecilla de más, en mitad del tema). El lado más íntimo de la banda, le dan algo más de sentimiento y calma a la última parte del disco, que hasta ahora era más bien enérgica (todo el disco lo es… ¿un poco acelerado, quizás?). Buen final, con las últimas cuatro canciones actuando mancomunadas, para crear, al fin, un buen momento.

Y en el CD 2, hay cuatro canciones independientes, que igual se agradecen (¡me gustan los discos que tienen muchos temas!). A ver, qué tal.

“Flicker” es una canción agradable, que tiene la duración justa, y suena dentro de lo esperable de Porcupine Tree. Aprobado.

“Bonnie The Cat” es un tema extraño, distinto. Difícil de digerir, pero creo que las mentes más retorcidas lo disfrutarán.

“Black Dahlia” pone la calma, pero en realidad no aporta mucho, y “Remember Me Lover” se queda a medio camino… y en realidad no sé para donde iba (y se hace demasiado largo, para lo que es…).

Un disco aceptable, pero no sólido. No es malo, pero tampoco es todo lo que esperaba de él. Tampoco es algo que no se pueda escuchar, y con todo, me gustó más que el “Fear Of A Blank Planet”, y también creo que aún se le pueden dar más vueltas con el tiempo.

Lo bueno: A pesar de todo, dan ganas de escucharlo de nuevo, para descubrir “sus misterios”. Mal que mal es Steven Wilson, y su mente trabaja en otro plano, como la de todos los genios.

Lo malo: El disco tiene demasiadas lagunas. Pasa de melodías que prometen, a decepciones, y las transiciones no son limpias… Además, anunciar esto como “una sola canción”, me parece demasiado arriesgado y pretensioso.

Una sugerencia: Quizás Steven Wilson podría relajarse un poco, tomarse un poco de tiempo, y no publicar discos todos los años. Sus otros proyectos son bastante buenos también (No-Man la lleva), pero de pronto eso le afecta a la creatividad, sobre todo con una banda como Porcupine Tree, de una carrera tan dilatada, y con tanto material publicado.

Conclusión: Igual esta banda sigue estando en la lista de los que pagaría por ver en vivo, y en los primeros lugares de mis preferencias. Pero sigo esperando la obra maestra (tal vez sumando todo lo bueno que han hecho en su carrera, ya sea suficiente… pero no estaría mal reverdecer laureles y quedar en la historia por un ópera prima. Suerte, Steven).


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