Viaje.

-

Escena: Decenas de personas en un Terminal de buses, yendo y viniendo, compartiendo un espacio pasajero, al que ninguno de nosotros pertenece.

Tantos destinos, tantos orígenes. ¿Cuántas historias tendrán para contarse? ¿Cuántas razones habrán detrás de su paso por ese lugar, y de su posterior o anterior viaje?

Un solo asiento disponible. Al lado mío, una mujer de mi edad. Minutos después, sin que nada pase, se levanta y se va. Nos cruzamos por unos minutos, sin romper el silencio, luego cada uno continúa su viaje. Fin de la historia.

...

Regresa. Se sienta exactamente al lado mío. ¿No había terminado ya la historia?

No se le puede preguntar a alguien nada sin una razón, los puentes no existen, el hombre los destruyó. La confianza es una construcción de largo plazo.

Me levanto a comprar, le encargo mis bolso. Creo un puente.

Regreso, le ofrezco chocolate. No hay más diálogo.

Quedan muchos segundos para que los buses partan. No más espera. Hablamos.

Sonríe un par de veces. Todo fluye. Estamos allí, en medio de decenas de caminos que se cruzan, exponiéndonos, creando un puente de la nada. Dejamos de lado nuestros viajes. Nos detenemos por un instante a compartir un puñado de palabras.

¿Cuánto se puede conocer a alguien en tan breve espacio de tiempo, y con tan pocas palabras?

Detrás de este viaje, detrás de esas palabras, hay muchísimo por explorar.

Pero el tiempo se acaba, los buses parten. Se levanta y se va, una vez más. No sé nada de ella, no sabe nada de mi. No sabemos para dónde vamos, no sabemos si para el mismo lugar. ¿Nos veremos de nuevo? Improbable.

Hemos compartido un momento. Ahora cada uno continua su camino.

Buen viaje.

Estamos siempre viajando, sin saber nuestro destino. Nos detenemos un instante y comparamos notas. Retomamos el viaje.

Creo que estoy en el lugar al que iba.... Tú, ¿dónde estarás?


-

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ladrona de los sentidos.

Soundtrack Cotidiano II

Universo Paralelo